miércoles, 8 de octubre de 2008

Moscú


Estuve 6 días en Moscú por la feria WorldFood.
Así como en Berlín, en Moscú se respira historia y grandilocuencia. Cada calle, cada farol, cada adoquín ha sido testigo de cambios literalmente revolucionarios.
La Plaza Roja es el centro de la ciudad y con sus 695mt de largo y 130 de ancho, es la tercera plaza más grande del mundo. A un costado de la plaza el Kremlin se impone con sus verticales paredes rojas mostrando cúpulas de mesquitas ortodoxas. Frente a él, una especie de bunker de marmol negro y rojo oscuro se emplaza con las letras de "Lenin" escritas en Ruso, el museo del controvertido lider. El museo no te deja indiferente. A lo largo y frente a frente se encuentran la Basílica de San Basilio, ícono de la ciudad y el museo de Histórico. Frente al Kremlim se encuentra un exclusivo centro comercial.
Fuera de la plaza la ciudad es imponente. Járdines, puentes, amplias avenidas con torres con arquitectura Rusa comunista se emplazan como puntos de referencia. Las siete hermanas te hacen verdaderamente sentir en Rusia.
La ciudad se jacta de tener una escena de fiestas electrónicas incomparable. Lamentablemente no lo pude corroborar. A pesar de que salí todos los días no pude encontrar un club abierto. Bueno la feria era durante la semana y no pude volver más tarde. Eso sí fuí al notable Club Che.


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