jueves, 22 de enero de 2009

Flyfishing Chile - En el Valle de los Flaites



Es sorprendente la cordillera en Chile.
No deja de impresionarme con sus rincones aun salvajes a pocos kilómetros de una ciudad de más de 5 millones de habitantes.
Tanto en invierno como en verano hay lugares donde te puedes internar y descubrir que el hombre no domina la naturaleza sino que esta se mantiene como reina y señora de animales y plantas.
Con mi hermano partimos a explorar un cajón que se une al maipo desde el sur. El cajón tuerce bruscamente justo al unirse al valle del maipo a la altura del Ingenio. Por google earth se vé que este cajón sigue paralelo al Maipo para luego encajonarse y torcer al sur donde termina en una mezeta desde la cual nace este afluente y el río Clarillo que baja hacia Pirque.
Este cajón lleva el nombre del río que lo zurca: Coyanco. Como era de suponer en pleno enero, estaba repleto de gente que se arrimaba junta para parrillar junto al río cerca de un gran pozón.
Con Manolo decidimos caminar rápido río arriba para alejarnos de la gente y encontrarnos con el río más arriba. El valle sorprende por lo ancho y plano, por lo que el río baja con una estructura muy muy interesante, lleno de pozones gigantes, muchos acentuados por piedras puestas por bañistas. Luego de caminar 1:30 minutos y pasar multiples campamentos, comenzamos a pescar en un pozón que nos pareció atractivo. Nuestra sorpresa fue cuando al poco partir tuve un buen pique. Minutos más tarde Manolo saco una pequeña arcoiris y yo una pequeña fario. Desde ese momento no dejamos de pescar, el río estaba lleno de truchas pequeñas y seguro tenía que haber alguna grande que esta vez no enganchó.
En muchos pozones se veían las truchas tomando en la superficie o ninfeando en el fondo. Los pozones más arriba se volvían cada vez más atractivos a medida que el río se encajonaba.
Nos bañamos en un pozón con asiento de piedra, la temperatura del agua no podía ser mejor.
Había un pozón con resfalín de agua, que parecía esas piscinas modernas sin borde que te permiten mirar el horizonte.
Tras 3 horas de pesca decidimos volver, ya había gente subiendo entorpeciendo el sigilo necesario para concentrarse y pescar.
La caminata de vuelta fue rápida por el sendero y a las 16:00 hrs estábamos de vuelta en casa.
Increible, que río, que paisaje.



Increilbe la cantidad de truchitas, ojala que no las exterminen y las devuelvan al pescarlas.


Pozon!!!


Manolo casteando


Un teletui pescador