jueves, 28 de mayo de 2009

Clara y Gracia

Si duda este ha sido un tiempo invaluable.
El tener la posiblidad de ver a Clara crecer, sonreír, conversar en castellano y en inglés, caminar, saltar y bailar al año y medio es una experiencia que pocos tienen oportunidad de vivir. Esto porque en ella va a quedar marcada esta etapa y el vínculo que formamos será un recuerdo que jamas olvidará.
También he tenido momentos personales de meditación donde he conocido mejor a dónde quiero ir y cuál es mi profunda motivación. Así también he pensado sobre mí mismo y qué es lo que me acerca a realizarme y dónde encuentro lo que realmente me llena y me hace sentir pleno.
Clara y ahora Gracia llenan parte de mi vida de una forma que nunca me hubiese imaginado. El tener hijos es una experiencia que te marca y cambia tu vida. Ver su desarrollo y crecimiento es algo emocionante, especialmente cuando ves que sacan a la luz características que reconoces en tí mismo y en su mamá. Y es que son tuyos, tan tuyos que se parecen a tí de manera auténtica y natural. Y ese parecido es el que te hace conciente de tu intrínsica responsabilidad de cuidarlos y darles todo, absolutamente todo lo necesario, para que sean felices y plenos. Para que se desarrollen sacando provecho de sus virtudes y aplacando sus defectos paulatinamente.
El hecho que sean tus hijos(as) te da cierta percepción de que tienes un conocimiento sobre sus virtudes y defectos. Por ende uno intenta sacar lo mejor de ellos y evitar que caigan en lo mismo que tú caiste. Quieres de todas formas ayudarles a no tropezar en la misma piedra y que desarrollen todo su potencial. Todo esto con un sentimiento de cariño extremo y sobrenatural.
Clara y Gracia han llegado para llenarme y darme una buena carga de responsabilidades. Les enseñaré a caminar, hablar, sonreír y gozar con la naturaleza. También les enseñaré a rezar, a leer y a jugar. Luego observaremos los fenómenos diarios como la salida del Sol, las estrellas, la lluvia y todo lo que nos rodea. Contemplaremos al sereno, acostados sobre una pradera al borde de un río, cómo se mueve la Vía Lactea sobre el firmamento y acompañados del sonido del agua de río, registraremos el tiempo celestial.
Conversaremos de nuestros descubrimientos diarios junto a un vívido fogón, nuestras voces se unirán al chisporrotear de la madera y la jornada concluirá compartiendo un mate de boca en boca.
Más tarde aprenderán de la naturaleza personalmente a través de la experiencia directa que tengan al realizar actividades que marcan como lo son la Pesca con Mosca, el caminar por los cerros y la costa y al avanzar por nieve virgen.

De a campo traviesa

martes, 12 de mayo de 2009

El Royal Botanic Garden de Melbourne

Nuestro pequeño dpto queda al lado del parque botánico.
Una de las razones para elegir South Yarra como lugar para vivir en Melbourne fue la cercanía a este increíble parque.
El parque botánico se ubica a minutos del centro, a un costado del río Yarra, los parque de la reina Victoria, la casa del gobernador de la ciudad, la calle Domain y la calle Andersen (que es donde vivimos).
De Parque Botánico de Melbourne

Aprovechando un relieve bajo y ondulado se creoóuna serie de lagunas y quebradas que marcan las divisiones de cada jardín. Amplios prados con espectaculares vistas son surcados por senderos peatonales reservados para caminar. Dentro de las especies de árboles que existen se encuentran Araucarias, Palma Chilena, Pimientos e incluso un extinto Tolomiro de Rapa Nui. Hay rincones con flora de California, flora desértica, flora tropical de Queensland, flora local y en sector con distinas especies de Eucaliptus. También existe un Herbario donde se guarda y estudian especies de todo el mundo, un invernadero y un centro donde se realizan investigaciones sobre pluviosidad y humedad de suelo bajo distinas condiciones de vegetación.
Lo más impresionante es ver cómo el parque cambia con las estaciones. Otoño es probablemente la estación más colorida y cambiante. Muchos arbustos entran en flor y los arboles peremnes alternadamente cambian de color y botan sus hojas ayudados por el fuerte viento que cruza la ciudad. El pasto se tapiza de hojas rojas y amarillas y al caminar se quiebran bajo el peso de tus pies con ese sonido partido y frío clásico de Otoño. La luz durante el día trancurre más horizontal por lo que ilumina los colores de forma vívida y dramática.
En Otoño, a pesar de la fresca temperatura, mucha gente recorre los rincones del parque admirando sus detalles. El parque se llena de dramátios colores y el fuerte viento lleva las hojas por el suelo y las acumula en rincones sin brisa.
De Parque Botánico de Melbourne

De Parque Botánico de Melbourne

De Parque Botánico de Melbourne

Flores y árboles tienen pequeños letreros con su nombre común, nombre científico y ubicación geográfica.
De Parque Botánico de Melbourne
De Parque Botánico de Melbourne

De Parque Botánico de Melbourne

De Parque Botánico de Melbourne

De Parque Botánico de Melbourne

De Parque Botánico de Melbourne