Había tormenta y en un momento el chofer del bus dijo que no estaba seguro que pudieramos llegar a destino. El camino estaba literalmente tapándose de nieve a cada segundo y e bus entero se deslisaba sobre el hielo.
Finalmente luego de un extenso y deslisante viaje llegue a una estación de buses rodeada de árboles nevados, como a las 2 de la mañana.
Hacia un frío increible. Espere a Matías que llegara con su auto.
Hasta que despues de un rato que se hizo eterno llegó y me llevó a su estupenda casa en medio del campo y los cerros.
El lugar era increible. En la mañana me percate de lo hermoso del paisaje. Todo estaba nevado y a lo lejos de veian lomas cubiertas de árboles. Esos mismos árboles que hacen famosa a la zona por el colorido de sus hojas en otoño.
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| De a campo traviesa |
Matías y Debie viven en un lugar increible, al lado de los mejores centros de ski de Vermont en un lugar privilegiado. Entiendo que cuesta ir a Chile con esos parámetros, pero en fín Chile es Chile.
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Andrés es su hijo. Un cabro que antes de los dos años esquiaba. Ese enano vá a ser brígido.
Tienen también dos perros que viven dentro de la casa. En todo caso los perros son filetes pero gigantes.
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Con el "Winter survival pack", indispensable
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Aprovechando un día despejado fui a hacer ski a Mad River Glen, un area de ski solo para esquiadores, donde estaba prohibido el snowboard...notable que lugar.
El centro es reconocido por sus canchas off-piste de dificultad, con recorridos entre árboles y fuerte pendiente. Acá se ocupa otra técnica porque todas las canchas tienen bamps de un metro de alto.
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Este es Matías haciendo gracia de sus dotes de esquiador.
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Terminamos con un backcountry ski. Matías llevaba a Andrés en un trineo coche, notable.
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